martes, 1 de junio de 2010

Me pregunto cual es la diferencia. Hoy cené, ¿aquella persona exitosa también habrá cenado al mismo horario que yo? Capas que no en el mismo momento pero definitivamente dirigió algún alimento hacia su boca, que pudo haber sido dulce o salado, y lo decidió llamar "cena" (o por ahí no era así, si no "diner", "abendessen" u otro). Entre esa vida del exitoso, que buscó y, con dificultades o no, encontró lo que añoraba o lo que la vida le hizo disfrutar; y mi simple (capas demasiado compleja pero soy la que habla de mi misma y no puedo definirme de otra manera) persona.

¿Habrá demasiadas diferencias? ¿Amará diferente? ¿Odiará de otra manera?
¿Respirará como yo lo hago?

Puede que sí o que la diferencia sea tanta que ya no nos podríamos poner en el mismo grupo que no sea el de humanos. Compartimos tanto que sabemos como diferenciarnos.

Entre eso que sabemos que tenemos en común, (¿ambos corazones son iguales? ¿Nuestros estómagos dolerán de la misma manera al enterarnos de aquello que nunca debió ser nombrado?) que todo nuestro grupo tiene como obsequio de la naturaleza y de lo común.

¿Morimos como humanos?

¿Somos respetados como tales en vida?

1 comentario:

Den dijo...

Está muy bueno, me pareció muy profundo el análisis:)
te amo pelo corto jaja