sábado, 22 de octubre de 2011

Tuve miedo. Porque a veces me gusta darme ese lujo, de creer en la remota posibilidad de que todo salga mal en el peor momento. Para describir al ser humano uso las palabras "razonamiento excesivo", lo cual nos produce dolores mucho peores que los que sentiríamos si dejáramos que la naturaleza decida la corriente del río.

Por lo tanto, a veces me cuesta entender como uno no se dejara llevar por lo que fuera que se escribió en sus inicios. Si tal fuera la manera, la forma, quizás no habría llegado toda la sangre a mis mejillas aquella vez que decidiste dar esas palabras mirándome fijamente a los ojos. Después de todo, mis manos no habrían temblado como cuando tomé las tuyas, y lo habría hecho con firmeza.

Estoy seguro que el resultado hubiera sido el mismo, con detalles anecdóticos diferentes, pero comiendo perdices al fin y al cabo. Sin embargo, ahora que veo tu sonrisa quebrada y tus ojos opacados, pienso que el desenlace hubiera sido diferente.

Si no hubiera dudado, quizás vos tampoco.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La verdad es que siempre sintió lejano el hecho de sentarse en una mesa con un tablero de ajedrez, solo, y almorzar algo de los puestitos de la calle. Tal vez porque cuando era más chico ese señor que tanto miedo le daba se sentaba en el mismo lugar en el que él estaba. Quisas porque le recordara a la señora que alimentaba a las palomas los domingos en la esquina del lugar. Digamos que los libros del puesto de enfrente, que nunca parecen venderse, no ayudan a la nostalgia.

Sin embargo, allí se encontraba: a sus 42 años de edad, sentado en el banco de cemento, alimentandose a pan, carne y lechuga. A diferencia de los mayores en su recuerdo, él estaba vestido con un costoso traje que le había comprado su mujer, por lo que no recuerda exactamente de donde era. Sentarse se le era incómodo, ya que le apretaba la costura del medio. Doblar los hombros era practicamente imposible entre la ajustada camisa azul y el saco de dura tela. La corbata le aficciaba lentamente, y el sol en lo alto del cielo no ayudaba a su satisfacción.

Sinceramente, no sabía como había terminado allí. La plaza no quedaba cerca de su trabajo ni de su departamento, pero la distancia era caminable. Cuando salió de su oficina notando que solo tenía un cambio para comprarse el almuerzo, se dirigió como si supiera que allí encontraría lo que deseaba. La verdad, en ningún momento tuvo dudas sobre como seguirían sus pasos, y por eso él es quien tiembla ahora.

Cuando terminó la secundaria, se anotó en la Universidad de Buenos Aires como lo hacía cualquier estudiante en su momento. La carrera de economía le pareció una vía fácil, ni muy humanistica ni muy matemática, y le convenía para la salida laboral. Nunca dudó cuando tuvo que estudiar para esos parciales con los profesores jodidos, conoció un par de personas, creyó enamorarse hasta la eternidad, jugó al fútbol, cantó en protestas, vivió como cualquier joven lo hizo en su época.

Y sin embargo, veinte años después, se encontraba buscando su niñez en el viejo banco con la mesa de ajedrez. Preguntándose, cuestionandose, cuando se dejó llevar por la corriente hasta olvidar lo que era razonar. 

(Tengo que escribir más seguido!)

domingo, 15 de mayo de 2011

No hago deporte, no me gustara el futbol. El mate lo prefiero amargo, igual que el chocolate, y un buen café me hace feliz. No puedo pasar un día sin bañarme, tardo décadas en limpiar los platos. Soy fanatica del anime, los comics, y la cultura oriental. No sueño con Paris, me encantaría ir a África. Suelo ignorar a la gente, cuando alguien me parece estúpido suelo hacerlo notar y cuando alguien me parece inteligente, en vez de alagarlo intento deprimirlo (rara vez funciona, y solo me hace quedar peor). Amo a mis amigos por sobre todas las cosas, cuando alguien llora se me parte el corazón. Tengo una moral extrañamente extraña y no creo en la iglesia. Siento que uno no deberia tener esperanza, que la paciencia le gana a todas las virtudes. Me puedo reir de alguien en la cara, o darle mi mejor sonrisa cuando siento que esa persona me gusta. Me parecen lindos la mayoria de los hombres que conozco, pero no llego nunca a enamorarme. Mis amigas son hermosas, quien diga lo contrario puede recibir una piña mia, la cual no va a producir ningun daño. Quiero estudiar una carrera que no tiene futuro, me frustro si algo no me sale. No suelo terminar las cosas, soy perfeccionista. Prefiero dormir a tener interaccion humana. Creo en diversos mundos paralelos. No se bailar, no se cantar. Puedo estar horas en la ducha, amo estar limpia. Soy rata, amo hacer regalos. Me gusta ver a la gente feliz. Odio las confeciones por chat/mensaje de texto. Estoy a punto de quedarme sorda. No puedo evitar hablar formalmente con la gente que no conozco.
No soy perfecta, pero si no me queres con lo que tengo, no vas a obtener nada de más.

domingo, 1 de mayo de 2011

Desdeñosa y esquiva, no fue la primera ni será la última vez que me relacionan con un bloque de hielo. Aunque no lo crean, todo ser que fue criado en este mundo y llamado humano ha tenido sentimientos a no ser que se le haya diagnosticado la locura y, para ser francos, no me considero tan fuera de mí.
Llegada esa época del año donde las puntas de mis dedos se ponen coloradas y secas, donde no puedo evitar un leve temblar de mi cuerpo y la necesidad de usar abrigos de gran tamaño; crecí escuchando que yo no debería tener frío, que este es mi estado natural.
Después de todo esto se me hizo una costumbre hacer oídos sordos a muchas de las burlas, y el aislarme como modo de protección. Por lo que no fue raro, no notar alguna diferencia la primera vez que chocamos, solo de hombros, aquella vez que me pediste disculpas y yo, sin notar el gesto amable, seguí mi camino.
Si bien puedo ignorar una, dos, tres, cuatro veces el mismo procedimiento, las mismas palabras, el mismo lugar; no va a dejar que lo empiece a notar. Lo más probable es que ese haya sido su fin y, ahora que lo pienso, me agarran escalofríos.
Hubo un solo día, un solo instante, en el cual si no me hubiera acordado, a último instante, en último momento, que me había olvidado algo crucial, demasiado importante para mi próxima entrega, algo que no debía perder, quizás, capas, no me habría dado vuelta, girado, y provocado un segundo golpe, un segundo encuentro, donde ahora su mirada se encontraba con la mía y esas palabras que ya se encontraban en mi cabeza de memoria y que nunca devolví se quedaron en su garganta y, provocando un calor en mis mejillas, ahora sea yo la que cambia el guión.
- Perdón - las palabras salieron secas y casi inaudibles, seguidas de un tragar y un leve movimiento de mi mandíbula, a pesar de que no logré decir más. Alejé su vista de la mía y quise seguir mi camino, cuando me di cuenta de que, ahora y debido a mi olvido, íbamos a la misma dirección.
Sí, esta bien, me espera su cuestionario. Por lo tanto, no fue cuestión de mucha lógica o razonamiento al dar respuestas, "no sé", "depende", "no" y, sin embargo, no hubo palabras para su última pregunta, donde me miró directamente con una inocente sonrisa en el rostro.
- Habrá posibilidad de que, la próxima que nos choquemos, me sigas la conversación?

No es que yo haya podido evitarlo, con mi poca experiencia y me débil compostura. Solamente debía decir un par de palabras monótonas y repetitivas cuando nos cruzáramos, saludarlo al notar su presencia. Era sencillo y, aunque me cueste admitirlo, encantador.
Fue entonces cuando noté que mucho más de lo que sabía que podía llegar a contar salía de mi como si fuera natural. Quién diría que, una persona la cual camina por caminar pero nunca nota lo que se encuentra a su alrededor tendría tanto por decir. Nunca quise, lo admito, declarar tanto, pero las palabras fluían como si siempre hubiera sido natural para mi hacerlo.

Ahora que lo noto, su paciencia y trabajo conmigo fueron insuperables y, si bien no entiendo su interés por mi, lo aprecio demasiado. Con sus brazos en mi cintura, sus ojos cerrados y una sonrisa en la comisura de los labios, es el momento en el que noto que daría todo por él.


(Romantic-mode) Hace mucho que no escribo, asi que perdón por los mil y un errores.

jueves, 21 de abril de 2011

Ojalá fuera tan fácil pero, ¡no! Simplemente tengo que elegir entre una carrera que no tiene futuro, una carrera que no tiene universidad, o una carrera que no quiero seguir.

lunes, 21 de marzo de 2011

Entre el lago y el arbol, hay una pequeña distancia. Podria ser un metro, quisas dos. Un dia, un pajaro azul como el cielo, tanto que era casi imposible notarlo si se encontraba volando en aquellos dias que las nubes no deseaban aparecer, no se lo notaria. El ave se poso entre el lago y el arbol, y miro la distancia que habia entre ellos. Al pasar los minutos, decidio posarse sobre una de las ramas del arbol, la cual no dudo en sacudirse para asegurar estabilidad. Ahora, no creo poder describir la cancion que sono por el lugar, pero el suave silvido del pajarito hizo que el arbol le diera las gracias. Se puede decir que este primer acercamiento dejo al pajarillo feliz, por lo que volveria al pasar la luna. Cuando volvio a posarse sobre la misma rama, se animo a preguntar un poquito mas alla de lo que el arbol hubiera querido, por lo que tuvo que volver a cantar, relajandolo de manera tal que respondiera con tranquilidad.
-Mi novato compañero, quisas no lo veas, pero mis raices nunca dejaran el lago. Alli me crie, de el me alimente, y con el morire. Solamente estoy aprovechando lo que mis ramas pueden observar desde arriba, para un dia poder regresar con otro punto de vista.

(sin tildes, sorry)





miércoles, 16 de marzo de 2011

Hola, si. No te soporto. Tenes todo lo que no me parece atractivo de un hombre. No quiero que me hables mas. ¿Soy demasiado directa? Alejate.

(Por favor, que lo lea y se de cuenta)

lunes, 14 de marzo de 2011

Cuando escuche hablar a las paredes, no pude negar mi sorpresa, pero puedo decir que deberia habermelo esperado. Porque las cosas nunca funcionan como uno las planea y menos si se esta confiado, pero ¿quien diria que todo se terminaria tan rapido, sin siquiera detenerse a pensar en el tiempo pasado?
Aunque no puedo decir que no fue aquella la razon por la que segui tus pasos, tuve que aprender a enterrar los libros del pasado. Recuerdo cuando olvidaste san valentin, al dia siguiente estabas enfurecido por las tostadas quemadas. Puedo pensar que tu facilidad para seguir adelante es atractiva, y es evidente que soy del polo opuesto.
Mi preocupacion fue clara entonces, cuando hiciste esa llamada que no esperaba. Estupidamente te dije que no te preocuparas, que no habia pasado nada, pero cuando decidiste frenar y mirar hacia atras, ya era demasiado tarde. El camion no parecia frenar, y no lo hizo.
El momento que miraste al pasado, me dejaste.

(Podria haberlo hecho mas largo, pero tengo sueño. Disculpen la falta de tildes, me da paja configurar el teclado nuevo por lo que no se como hacerlas :s Hace miiiil que no escribia asi!)

domingo, 13 de marzo de 2011

Me gustaba como estaban las cosas antes, cuando ustedes no se preocupaban y yo no pensaba demasiado-

martes, 22 de febrero de 2011

Les juro que iba a irme a dormir.
Pero justo salió el sol y me pareció que era descortes no saludarlo.

domingo, 6 de febrero de 2011

Porque, si bien asustar niños pequeños y hacer pociones con ratas son los hobbies de la bruja, tambien lo son las flores.

(disculpen por el dibujo rápido, extrañaba a mi tableta)

jueves, 30 de diciembre de 2010

En un año uno puede probar cosas nuevas,
puede dejar cosas viejas,
puede cambiar de rumbo.
Puede sufrir de diferentes maneras,
puede amar de diferentes maneras y

puede amar a diferentes personas.
Puede conocer espacios nuevos
puede crear otros.
Puede intentar con lo imposible,
puede dejar lo fácil.
Puede creer,
puede dudar,
puede preferir
puede investigar.
Puede encontrar una verdad,
puede ocultarla.
Puede desarmar mentiras,
puede abrir cofres,
puede tapar realidades,
puede cantar.
Puede descansar,
puede evitar el trabajo y
puede evitar los problemas.
Puede divertirse,
puede crear sufrimiento para reir.
En un año, uno puede hacer tantas cosas que una lista no es suficiente para nombrarlas. Pero a diferencia de hacerlo, el poder esta a la par de cada uno. Sumamos un año, no es más que una elección.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Teniendo en cuenta todas esas palabras y frases que escucho a diario, algunas que me gustaría cambiar, otras que intento cambiar u otras que simplemente olvido; no me pareció extraño escuchar entre las sugerencias solo un camino. La profesión, por más común que parezca la elección, no es lo único. No me extrañaría que lo comenten luego con risas, pero, ¿puedo ir en contra de lo que veo que me vienen enseñando? Porque cuando veo el futuro, no es lo que siempre me mostraron. No quiero ser diferente, ¿por qué me miras con esos ojos?
¿Por qué me dicen inocente?
Aunque todavía haya muchas cosas que no entiendo, quisas nunca lo haga, sé responder a lo que me preguntan. De grande quiero ser artista.

(me acordé de cuando era chiquita y la gente me preguntaba que quería ser de grande -refiriendose a profesión- y yo respondía "millonaria")

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hola, vine a preguntar nuevamente, pero por primera vez, su nombre. Entre tantas personas, no me llama la atención que usted haya llamado mi atención. Nunca andas fuera de tiempo, colgandote entre las nubes; podría decir que eres como la luna, te pierdes entre las estrellas y la noche.
Hola, me vengo a presentar. Cada mañana me levanto y pienso en que tus pasos suaves me recuerdan a los cisnes, aunque en silencio o con melodias de Vivaldi. Aunque los violines sigan entonando todo el día, nunca me cansaré de ver los pasos de baile.
Hola, ayer me encontré con una señorita de vestido largo. Me hizo recordar que el corazón no se parte, se abre a algo nuevo. Podríamos decir que nos sacamos una capa, negra y verde musgo, dejando el arcoiris debajo. Eso sería nuevo, no?
Hola, hoy quiero saludarte como todas las mañanas que me quedan por despertar.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Cuando su madre me dejó entrar por la puerta delantera, la cual se encontraba hermosamente decorada por simpático papá noel, le sonreí y le pregunté como se encontraba en el día. Respondiendome rápidamente, me señaló el cuarto pasando un pasillo al fondo. Toqué la puerta pero no recibí respuesta, por lo que entré lentamente. Lo pude ver de espaldas, lo que me dio la impresión de que el cuarto no seguía las reglas básicas del feng-shui, pero podía notar que se encontraba sumergido en un cuaderno, con una lapicera en una mano y la otra revolviendo el suave cabello.
-Um, Johnny, hola. Tu madre...
No logré terminar la frase al ver que se dio vuelta y me miró con sus ojos marcados por dos lineas violetas por debajo. Si bien solo la luz del velador iluminaba el cuarto, se podía notar la expresión cansada de los labios, cuando intentó hablar y palabras secas salieron.
-Ah, hola. Me tregiste lo que te pedí?
Asentí con la cabeza y empecé a revolver por las cosas de mi mochila. De allí saqué un viejo videojuego que mi hermano había guardado por simple cariño, pero nunca había vuelto a jugar.
Me impresionó ver sus ojos iluminarse y despertarse. Se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, con un simple agradecimiento tomó de mis manos el juego y abrió las puertas de vidrio de un estante, uno cercano al televisor. Desenchufando y realizando su acción contraria, prendió el televisor y lo puso en modo vídeo. Enganchó, puso (no sabría el término correcto) el juego que le traje en una consola vieja, de la cual tuvo que apretar varias veces un botón para que reaccionara, y dejó su vista fija en el televisor, con ambas manos en el control. Me acerqué con cuidado, como si haciendo algún ruido lo sacaría de ese trance, y me senté a su lado.
No hice ninguna pregunta, tampoco comenté detalles, mientras pasaba los niveles. Me costó pensar que, después de todo, podría perturbar mi presencia su magnifico juego. Después de matar a lo que decía ser el jefe, me miró de reojo y habló
-Esto me va a servir un montón, gracias che.
Simplemente le sonreí y lo dejé continuar, al ver que había pausado el juego especialmente para hablarme. Me paré mientras el seguía destruyendo mounstritos, como si se supiera el juego de memoria, y me acerqué a sus anotaciones. Junto con varios diseños, los cuales pude notar que lo eran porque estaban nombrados pero debo decir que sus trazos eran inentendibles, pude ver laberintos dibujados y un poco de programas escritos, lo cual no entendí ni la mitad.
Y si bien me dio intriga, tuve que callar y esperar a que terminara de jugar para enterarme que se le ocurrió una historia, que deseaba empezar a diseñar para jugar en una plataforma en la cual se pudiera meter y lo que yo le traje le podría dar nuevas ideas.
Tuve que callar, sabiendo que cualquier comentario mio era en vano. Porque, para él, su creación era lo único que escucharía en el momento.
Si tuviera que contar, creo que podría hacerlo con los dedos de las manos. Son pocas las personas que deciden soñar. Encerrados en un cuarto con, posiblemente, poca o nula luz natural, dejándose caer en una silla, en la cual se nota que se pasan horas, debido al cansancio pero sin querer dejar ir.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cuando abrió el placard nunca pensó que se encontraría en una guerra contra el espejo. No era de ella, no lo hacía siempre, solía ser una persona conforme con su cuerpo. ¿Qué la cambió?
Recodró tan fuertemente el dolor que, a pesar de haberse agarrado de uno de los estantes, no pudo evitar caer de rodillas al piso. Su mano enseguida llegó hasta su boca, sus ojos se llenaron de lágrimas al momento que los cerraba. ¿Qué se cambió?
Si en sus odios dejaran de sonar levemente las palabras que le dijeron. Ojalá el mundo dejara de dar una imagen, pero lo que ella siempre amó se dio vuelta para mirar la televisión. ¿Quién lo cambió?
Entre ese reflejo que se quiere demostrar para que todas sean igual de vacías, o igual de inteligentes, horror le causó empezar a pensar con su propia moral. De tal modo se conocieron, ¿por qué cambió?
Respirando a grandes bocanadas, logró volver en sus pies y desear que el dia termine rápido. Preguntandose constantemente, deseaba que el tiempo se acelere. Por más que la gente le hablara constantemente sabiendo su dolor, no la detendrían de pensar. ¿Por qué ella cambió?
Siempre se quedó con la duda sobre si sus pensamientos eran los errados, si la gente mejor la quería ignorando todo eso que habia empezado a crecer como su nueva fe. Esperanza era lo que necesitaba y aquello se lo daba, lo que no quitaba que ese hombre le daba lo que le quedaba de apollo moral. ¿Cómo cambió?
Si quiero ser más fuerte, quisás deba cambiar todo lo que soy, pensaba. Por lo que le decian, le convenía ser lo que las opiniones decían y evitarse seguir naufragando, solitaria, por este mar donde él la solía acompañar.
Mañana quisás se deje de hacer preguntas y siga la corriente.
Una manera de ver el sufrimiento ajeno es verlo como intento de llamar la atención. Por más que lo haya pensado, llegado el momento, pude sacar otras conclusiones. No creyendo que sean certeras; puedo decir que la necesidad del sufrimiento no viene para hacer la vida más interesante o para que los demás se fijen en uno, si no para desquitar el horror que surge en la persona. Un ejemplo serían las lágrimas, ¿por qué se llora al sentir dolor? Además de ser un sistema de defensa del organismo, es una manera de quitarnos de aquello que sentimos dentro. Muchas veces el autoflagenarse ha sido visto como un simple llamado de atención que se encuentra de moda, sin embargo, para mi son lágrima. Lágrimas de aquellos que ya se encuentran tan acostumbrados a llorar que el temor que sienten lo quitan por otro lado.
Entonces, sabiendo que el sufrimiento es necesario (hablemos en serio, no es evitable aunque hablemos del sufrimiento por ver una mosca muerta) y que las lágrimas no se pueden evitar cuando salen, entonces, ¿cómo tratar a alguien que se hiere a si mismo para quitarse el dolor y el temor?
Dandole una razón por la cual no hacerlo, que ya depende de la víctima.
(Lo que quiero decir no creo que se entienda, pero bue. Si bien hablo de la gente en general, tambien estan los que se cortan por moda y los que lloran por cualquier boludes. Obvio, siempre los hay, pero hablo de temas serios acá. Creo que inventé una palabra por ahi jajaja)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Pasadas muchas décadas (o mejor dicho, siglos) se podía observar a las más bellas o aquellas sobre las cuales los años les pasaron, danzar eróticamente bajo la gran cascada. Baño, lo llamaban, pero no me sería extraño imaginar que un par de ojos observadores siempre se encontrarían escondidos tras un árbol esperando el espectáculo. Generalmente iban de a dos, pero se daban las espaldas. Las más pequeñas reian y corrian mientras lo que solían llamar patrona o madre se fijaba en que se limpiaran.
Una noche de un miércoles, aunque el fantasma del día siguiente susurrara en sus oidos y se sintiera un pesado domingo, una joven de piel morena y gruesos labios se dejaba caer en el agua. Su largo cabello se empezaba a pegar a su cuerpo como una fina manta, hasta que ella lo recogiera y dejara observar las suaves curvas de su cuello.
Dejó apoyar su espalda sobre la firme piedra de la montaña, la cual era mucho más suave de lo que había imaginado, y se dejó caer lentamente. Las gotas de la cascada no caian fuertemente, si no que dejaban un masaje sobre su espalda y hombros. El perfume de la noche la embriagaba y, en ese momento donde la tuvo que girar la perilla con agua caliente porque se le bajaba la preción, logró entender que su realidad se encontraba lejano a lo que sus sentidos podían percibir.

(locura y realidad)

domingo, 7 de noviembre de 2010

La canción del cuervo (II)
[ . mirandote veo mi reflejo. Sos mi espejo, aunque solo quisiera ser tuyo . ]

Cantidad de veces he dicho que la paciencia, hoy día, es poco admirada pero demasiado necesitada. Si no fuera por las largas horas de espera o la inmensa necesidad de tenerla ya frente a mis ojos, quisás no hubiera dicho nada. Por lo que me caracteriza, se puede decir que tengo la capacidad de soportar más que otros. Me adulo a mi mismo, como si pudiera superar todos esos dolores que me rodean, y no es así. Sin embargo, si puedo nombrar mi paciencia.
Hace cuatro añ0s y unas tres semanas, un par de días más, todo lo que me tocara significaba un sufrimiento y algo nuevo que decir. Caminar por las calles y mirar los cielos mientras filosofaba y nombraba estupideses ignorantes eran mis pasatiempos. Tanto tiempo pensando, logré crear mi propio mundo encerrando todo lo que no sabía y creía saber en una buruja que alejaba al mundo. Increible lo feliz que era.
Cuando entré a la nueva secundaria, pasando de ir de una costosa privada a lo que mis padres decidieron mejor para mi, una pública nombrada comunmente, recibí un par de piñas -literalmente- por mi arrogante pensamiento. A pesar de todo, logré instruirme más de lo que jamás hubiera imaginado, dejando que esta burbuja fuera desapareciendo lentamente. Me enamoré, hice amigos, investigué, amé mi nueva secundaria aunque dejara de lado mi felicidad por la dura realidad.
Es por esto que, cuando entré a trabajar como un simple asistente a mi viejo colegio, tuve que tragarme mis ganas de reir. No fue fácil, sobretodo al ver a los mismos profesores de hace diez años dando las mismas clases. Mordiendome la lengua, intenté sonar formal y con autoridad, haya funcionado o no, la sonrisa encantadora de las jóvenes alumnas solucionaba gran parte de mis cuestiones.
Me senté en un asiento vacío al lado de una de las pequeñas. Su cabello largo evitaba que la mirara a los ojos, hasta que levantó la vista y unas oscuras órbitas miraron al frente. Su postura firme y el brillo de la clara piel me mantuvieron impactado, parecía que estubiera observando a una muñeca de porcelana de la época gótica. Cuando vio mi mirada fija en ella, su rostro tomó un suave color rosado, al cual sonreí. Volviendo a sus notas, no dejé de observarla durante esa clase.
No me pareció extraño que las alumnas me preguntaran si tenía novia, donde vivía, que estudiaba. En los tres casos, mentí. Me divertía viendo sus rotros sonreir e ilusionarse, desilucionarse y volver a encenderse para crear una nueva prgunta. Habiendo estado en su edad, me divertí recordando cuando yo solía estar del otro lado. Acercandome y susurrando les pregunté el nombre de la joven al lado mio, provocando que se miraran entre si y fruncieran el ceño.
- ¿Para qué queres saber su nombre? - contestó una de cabello demasiado largo y mirada severa, junto con unos labios exageradamente rojos-. ¡Já! No podría creer que te gusta.
Si bien intentaba hacer una broma, su tono no era irónico y con guiñarme el ojo solo parecía que su frustración aumentaba. Largué una carcajada, le recordé que había dicho que tenía novia, lo cual era falso pero divertido, y le comenté que el tono lúgubre de la señorita me impactaba como personal de la institución que debía saber del estado de los alumnos (sí, esas palabras les hicieron recordar que se encotraban hablando con un mayor, razón por la cual se empezaron a aburrir del tema).
- Su nombre es Lucy, tan yanquie como suena, y es lúgubre por decición propia. No me extrañaría que de noche hiciera esos rituales satánicos -movió las manos como lo estubo haciendo durante toda la discución- y por eso tiene esas o-je-ras -remarcando la última palabra, acercó sus dedos índices hasta sus ojos y señaló debajó de estos.
Suficiente información me habían dado, eliminando las suposiciones, ahora podría hablar con la muñeca.

Les puedo jurar que de todas las coses que he escrito, esta es la más difícil. Temas cotidianos, te odio u.u

viernes, 5 de noviembre de 2010

Rosita
porque si la vida no te sonrie, contale un chiste.

martes, 2 de noviembre de 2010

Si tuviera que definir como me siento cada vez que caigo con la misma imaginaria piedra, tendría que describir principalmente el nudo en la panza. La experiencia siempre nos logra dar pasos cada vez más distanciados, lo que no evita el mismo dolor al tropezar. La edad que no significa madurez, no me sorprende como el imán funciona.
Intentando ser una persona simple, que sabe que los problemas van a llegar, calmar la tormeta solo me lleva al ojo de ella. Cuando no sé si mañana van a pasar las horas como lo vengo previendo, ¿podría pedir por calma y silencio?
Un lugar donde solo tu susurro pueda escuchar.

Es aquí cuando te das cuenta que solo estas en un sueños, que los maniquíes ya no te persiguen
[ . ]

lunes, 1 de noviembre de 2010

Hay veces que es tan difícil de explicar todo lo que sucede por la cabeza en palabras y que el otro escuche totalmente, que ambas ideas que ya se encuentran mezcladas en tu cabeza salen como si fueran una sola, transformando un pequeño pajarito en un dragón que nunca quisiste decir. No solo son las pocas palabras que el interpretador desea escuchar, si no la importancia que le da a aquello. Es por eso que me cuestiono, en esta sociedad actual, ¿es más importante la información que uno recive o la que uno da? Dejar al otro impresionado, creo que es aquello.
(es así como me doy cuenta que no me expreso con la lengua si no con el lápiz, que ironía)

jueves, 28 de octubre de 2010

La canción del Cuervo

[ . Quisiera invitarte a un lugar donde no hay tal cosa como el tiempo, y cada criatura demustra su verdadero ser . ]


Se puede dcir que sus ojos cansados y sus leves movimientos al caminar le daban un aspecto lúgubre. Si bien su largo cabello, despeinado pero brilloso, parecía darle una sombra sobre su rostro; aquellos que la ven pasar pueden decir que ven algo de luz en ella. Si bien las palabras que salían de su boca eran pocas y su rostro se ensendía cada vez que daba a conocer su punto de vista, nunca dejaría -por su apariencia física- de ser aquella mujer madura, solitaria y hermosa.
Después de hacer el recorrido matutino, llegando al establecimiento con el cual tenía una relación amor-odio, se sentó sobre uno de los pisos más cálidos y luminosos del lugar, alejado del aula. Los gritos de parte de su compañera movieron de su estado de calma, pero pudo reir con ella y hablar de temas triviales.
Las clases pasaban y no se podía decir si estaba aburrida, dormida o simplemente era su carácter. Era común que, pasado el horario del almuerzo, se sentara a simplemente charlar -o escuchar el monólogo de su compañera- en lo que era el aula de química.
- La onda es que, según me dijo mi mami, va a haber un nuevo asistente de laboratorio -la voz de su amiga sonaba fina y alta, acompañada del constante movimiento de sus largas pestañas, que tapaban una gran capa de maquillaje-. Y me dijo que es geourgeos.
Si bien ella solo sonrió de costado, en sus adentros reía con gracia. No era la primera vez, y no sería la última, que su compañera de toda la vida se haya enamorado de alguien mayor a quien debería respetar. Tampoco sería raro que el nuevo ayudante no sea más que un amable señor en sus pasados cincuenta con un aliento terrible. Para evitar una desilución temprana, decidió preguntar más detalles sobre lo que le había explicado su madre.
El profesor entró encorbado, junto con el resto del grupo que entró entablando una conversación sin esconder sus tonos de voz, y evitando prestar alguna atención. Si bien el profesor deseaba dar una clase divertida y entusiasta, su forma descuidada y sus pies tranquilos evitaban que los alumnos desearan saber sobre una de esas materias pesadas a la cual suelen llamar química.
Digamos que Lucy y su amiga no se alejaban de estos alumnos y también se encontraban en su pequeño mundo, hasta que una voz áspera y con mucha potencia se escuchó en el rincón derecho al fondo del aula. Las piernas firmes, espalda en alto y una leve sonrisa, era imposible no voltearse a mirarlo.
-Sexto año, por favor, que ya estamos grandes -si bien el tono era jugetón e irónico, se le notaba la seriedad que debe tener una persona en sus entrados 20-. Presten algo de atención, dejense escuchar.
A pesar de que a nadie le interesaba la clase, y con nadie me refiero a aquellos que entre su mismo grupo suelen llamar "gente", hubo un silencio rotundo y solo se escuchaba la cansada voz del profesor. Por primera vez en el año pudo decir que se sentía un verdadero maestro.


(Geh, escribir sobre temas cotidianos y clichés es DI-FÍ-CIL. Pero bue, estoy intentando algo. No se rian D:)
((me estoy basando en esta imagen: click here , él es un verdadero maestro).

martes, 19 de octubre de 2010


La primera ves que agarré la lapicera y una vieja hoja de un hotel al cual no recuerdo haber ido, pensé que seria anticuado y estúpido. Sin embargo, y es posible que fuera por esa cantidad de películas que me has hecho ver, lo encuentro romántico. Como aquel hombre que las mujeres sueñan, ese que los hombres solemos reírnos quizás porque sabemos que no hay posibilidad de que ninguno de nosotros sea tal cual lo describen, pero que nos encantaría ser. Al escribir las primeras palabras mis manos no temblaban. Dudaba, sí, pero escribí continuamente como acostumbro hacerlo. No tardaba en hacer un pequeño bollo con el papel y tirarlo a la basura. Ahora estoy seguro de lo que debo decir, las palabras sinceramente son mis pensamientos, la mano me tiembla y las letras se curvan de manera que la letra es ilegible (debo disculparme por eso).
̉Un año y seis meses. No recuerdo la hora en que me había levantado, pero era temprano. Seguramente llevaba alguno de mis trajes, con la corbata azul. No, no recuerdo habermela cruzado por la avenida, pero lo más seguro es que hayamos tomado el mismo camino. El café no era fácil de distinguir, encontrándose a mitad de cuadra, entre medio de un edificio no muy antiguo, tampoco muy moderno, sin entrada; y una peluquería. La mesa en la cual me senté, solo con el diario en la mano, era púramente de metal y doblaba en las esquinas de las patas con una forma obalada. Un buen arquitecto, de los cuales me conozco muchos pero no son de la clase de persona con la cual me gusta mantener discusiones, podría haber definido de donde venía y porque decidió ponerse (o si fue una mala elección). De todas formas, recuerdo que usted entró con el cabello suelto, pero sin una sonrisa en el rostro. Al instante, una mesera se le acercó con uno de esos menús largos y finos y le ofreció un aciento, replicando suavemente (o a mi suponer, no me encontraba lo suficientemente cerca como para poder aclarar) te acercaste a una mesa en una de las esquinas a mi derecha. Antes de sentarte, y recuerdo bien, pasaste la vista por donde yo me encontraba y al ver mi mirada fija en usted, se sonrojó y sonrió levemente. Finalmente sobre su asiento, dijiste que esperabas a alguien y que no deseabas hacer ningún pedido.
Usualmente, después de haber leido una o dos noticias y de haberme tomado el café, me retiraría hacia mi trabajo. Ese día, decidí mandar un e-mail desde el celular avisando que me ausentaría (por mi posición no necesitaba dar explicaciones, aunque la pérdida de una mañana no era lo que mi secretaria esperaba); y empezé a leer noticias que no eran de mi desagrado, mas no solía leer.
Los primeros diez minutos fueron eternos. No era el único que observaba el reloj constantemente, con la diferencia que el tuyo se encontraba sobre una liviana y brillante cadena, colgando delicadamente de tu muñeca. Lo agitabas y el reloj temblaba pero siempre (a no ser que, mágicamente, las horas pasen más rápido o hagan que la persona a la cual estabas esperando recuerde que debían haberse encontrado) daba la hora.
Pasada la hora, y sí, estube una hora sentado a dos mesas de distancia, observandote de reojo y leyendo por arriba las noticias una y otra vez, ya eran viejas; llevaste ambas manos sobre tu cara y, si bien no te veía a lo lejos, después supe que llorabas. Tuve que usar todo el coraje que tenía guardado hasta el momento, ese que no usé cuando debía (o más bien, cuando hubiera querido usarlo); pero me acerqué hasta tu mesa, rozé mi mano sobre la mesa, y digo rozé porque no animé a apoyarla cómodamente, me agaché apenas y le pregunté si deseaba un café. Con sus ojos rojos y un poco sonrojada, no sé si por mis palabras o por el llando, entrecerró los ojos y accedió con un leve movimiento de la cabeza. En el momento que las palabras se me tropezaban, comenté que las tortas del lugar eran riquísimas (y sí, mi tono era infantil), que tenían frutillas. Rió bajo su mano, pero no lo comenté; luego tendría tiempo de observar su rostro completo reir. No mencioné a su cita, inclusivé logre evitar cuando habló de alguien que debió haber estado.
Si bien ese fue nuestro primer encuentro, uno en el cual su vestido se trabó con una de las patas de la mesa y las lágrimas volvieron a juntarse, esta ves con más ternura, en sus ojos; muchos siguieron después de ese. Fue entonces que me enteré de su historia pasada con esa persona que debió haber estado, pero fui yo quien la invitó a un café y le secó las lágrimas. También me entenré que, muy en sus adentros, fue usted la que pidió que ese día esa persona no se sentara en la mesa de enfrente suyo. Opino sin saber, porque pese a todo el tiempo que nos conocimos, no me atrevo a tocar sobre esos temas que yo mismo he decidido evitar hablar sobre, ese día sabrías si por fin todo habría terminado. Si él hubiera ido, con intenciones de terminar, aquello no hubiera tenido una conclusión y seguirías envuelta en la duda sobre si el amor sigue, si lo hay, o si ya no es correspondido.
Si mi memoria no me deja, aunque a medida que avanza mi edad sucede cada ves más seguido, podría recordar que fue la cuarta cita, cuando habíamos terminado de ver una película y nos habíamos sentado en un banco al borde de la plaza, que me comentaste sobre tus deseos de formar una familia. No querías casamiento, tus padres sí, pero deseabas uno o dos hijos. No un nene y una nena, aunque sería feliz con ellos. Una hipótesis, no era el momento para intentar adivinar el futuro, sería que, los crie ella o terminen siendo educados por la televisión, ellos nunca dejarían de ser parte de ella, la amarían desde el principio hasta que los errores se acumulen e, inclusive en ese momento, dudarían en avandonarla. Igualmente, el amor no cesaría. Recuerdo haber reido, y si no lo hice posiblemente lo haría ahora, y haber mirado al cielo ya estrellado. Tantas posibilidades como estrellas en el cielo, respondí, pero la luna siempre va a resaltar y va a ser el objetivo al cual queremos llegar. Quiero creer que, algún día, tocarás la luna.
Al contrario de esta carta, a mis pensamientos, cuando me propuse no fui nada romántico. Nos encontrábamos tirados en la cama, usted con su espalda sobre mi pecho usando mi antebrazo como almohada. Adorabas, creo que todavía lo haces, mirar por la ventana después de hacer el amor. La agarré la de la muñeca con mi mano libre hasta llegar a la suya y entrelazé nuestros dedos. Cuando formulé la pregunta, tan nervioso como la primera vez que tuve que hablarte, o la primera vez que la contuve en mis brazos; sentí como se ponía tiesa y separabas levemente nuestros cuerpos. No, no podía ver su rostro como me hubiera gustado, pero era más el temor lo que evitaba que la mirara a los ojos. Respondó con un suspiro, como si te dejaras llevar por el momento, aunque luego no dudó cuando hubo que poner fechas y elegir lugares. Cuando cumplo con lo que mis padres desean, me dijo, lo hago a la perfección. (Y yo le respondí, fuiste una chica revelde, ¿no? A lo cual solo rio, mas ese es otro tema).
Cuando ocurrió el accidente solo recuerdo un fuerte dolor en el pecho, el no poder cerrar mi boca y evitar que los gritos ceces, junto con el color oscuro del frío mármol. También se encuentran palabras bañadas en dolor, a las cuales siempre me parecieron falsas pero debo decir que no soy el único que le tenía aprecio; y la pequeña mano que sostenia mi dedo índice, con muy poca fuersa pero sin soltarlo. Puedo decir que, aquel dulce rostro, feliz e ignorante a la situación, fue lo único que me mantuvo vivo durante todo este tiempo.
Inclusive ahora, cuando observo las estrellas, pienso en nuetro pasado juntos. Cuando logro ver en lo más íntimo de mi corazón, encuentro lo más preciado, vos y la luna.
(me sarpé)

viernes, 15 de octubre de 2010

Hay veces que quisiera ser una máquina. Una máquina que pudiera dibujar libremente todo el tiempo, sin sentir cansansio, ni cometer errores, teniendo siempre todo a mano. Una máquina sin sentimientos, que no sienta ni celos ni angustia.
Lamentablemente, sin sentimientos no podría dibujar.

jueves, 7 de octubre de 2010

¿Cuanto debe pagar alguien por tus pensamientos?
Lluvia, hoy no sos más que agua vertical

viernes, 1 de octubre de 2010

Creo que las mañanas lo hacían soñar. Puede ser, a veces era imposible de interpretar inclusibe para su propio creador, que tenga un extraño amor por los ojos cansados, las caminadas lentas, las espaldas altas en un día que todavía no empieza por lo que no hay nada de que preocuparse o de las verdaderas, las que todavía no consiguieron seguridad o confianza, sonrisas. Sería muy simple, demasiado, dejar las horas pasar y que el momento quede de esta manera, así no tendría que pensar. Dejandose llevar por sí mismo, que él imagina ser otro para poder disfrutar de las palabras que libera que ya son propias, analiza su postura y observa que lo que lo hacía feliz cambia en esa rutina diaria y que, por extraño que parezca, no es la rutina lo que lo aterra si no como arruina esa rutina a los que, inevitablemente, se encuentran a su lado. Mientras él deja que lo lleven sus pies y ese hombre que habla un mismo idioma y, sin embargo, solo se lo puede entender si se lo escucha con atención.
No recuerda el momento del día, seguramente era de tarde pero el sol aún no había bajado. Suposiciones llevan a que era un agradable día de verano, posiblemente marzo ya que puede asegurar que había estudiantes riendo por las calles. Fue aquel que usaba las palabras que él había aprendido pero mezcladas y formando analogías que prendían focos -de conflicto dirían, pero solo hablo bajo suposiciones- dentro de su ser. Intentando negarlas, apagarlas, ignorarlas; hubo un cambio. Quien lo habrá mirado fijo podría decirlo, sus ojos cambiaron y su expresión se mostró sebera.
Habrá sido que, por fin, la rutina lo aplastó, o él quiso aplastar a la rutina.


(quería hacer algo diferente y terminé con lo mismo de siempre :/)

domingo, 26 de septiembre de 2010

V e i n t i c u a t r o horas no son suficiente para mi

Sin embargo hay momentos que no terminan más y, ¿por qué las horas pasan tan rápido? No importa cuanto pasen los días, solo siento que me detienen más.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Quisiera decirte, los azules no te quedan. Intenté verte en blanco y negro, pero simplemente no te podía encuadrar. Creo que es porque te pintas con paciencia y modestidad. Tus trazos no son de un solo color, son el arcoiris. Brillas, pero el valor nunca es demasiado alto. ¿Qué barniz, qué tela deseas que utilize?
Hoy preparé algo especial, quisás me enseñe tus pasos. Un barco lleno de animales, faltas tu presencia, tu ausencia, tu sentimiento. Hacia el mar se dirige, ¿tiene dirección? Un mapa quizás tendrás, ¿lo pintaste con tus colores? ¿Lo entenderé o tendré que intentar de nuevo?
Enseñame tus pinceles, tus colores, tus técnicas. Quiero retratarte y recordar cada sentimiento que me das. Somos, soy, lo que das; tus colores llenan mi vida. ¿Tendré que volver al pasado para recordar como se sentía elegir por mi misma o dejarme llevar? Una paleta nueva, eso es lo que necesito.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Creo que en todo el tiempo que pasamos juntos nunca me escuchaste nombrar mis más grandes penas. Ahora que sabes la verdad, que te diste cuenta gran parte de mi mentira, quiero que sepas que no fue todo como lo pensaste.
Puede que parezca que solo me estoy excusando, que simplemente quiero yo salir beneficiada de lo que fue; pero la pura, única verdad es que sabía que esto pasaría. No sé si estaba arrastrando el dolor, evitandolo, o queriendo que desapareciera. La verdad es que no lo sé. Igualmente, me era imposible pensar que te alejarías. Quizás nunca quise dejar de escuchar tu vos.

Te puedo decir que las sábanas son duras, que el color blanco me tiene mareada, que mi brazo derecho siente un pinchazo, que las miradas de tristeza son terribles; ¿escucharías?
Creo, porque todavía me queda fe para el pasado, que no me importaría. Solo sé que eso significaría ver tu rostro, sentir tus manos, tu piel.
¿Seguirás amandome?
¿Podría pedirte, hoy, que me sigas amando?

Dudo sobre si fue el tiempo adecuado, pero puedo recordar tu sonrisa, tus grandes manos, tu corazón latiendo (posiblemente el mio también), ¿recordaras todo eso?
Un día de verano me dijiste que te gustaban los girasoles. El color rojo te trae malos recuerdos. No te gusta el chocolate y el dulce de leche juntos. No estas de bueno humor en la mañana. Te suele doler la rodilla derecha después de los entrenamientos.
Será que cada recuerdo casi estúpido e insignificante trae imágenes que después recapitulo al verlas. Creo que no me olvidaré, ¿vos te lo olvidarás? ¿Tendrás las mismas imágenes?
¿Recordaras mi flor favorita? ¿Recordaras mi color favorito? ¿Recordaras que amo el helado de coco en invierno? ¿Recordaras que no me gusta estar sola en las noches? ¿Recordaras algo sobre mi?

En este lugar blanco, donde los hombres de blanco te dirán que todo saldrá bien y tus familiares te miran con sonrisas bañadas en lágrimas; hago mi última petición, piensa en mi.

(tengo problemitas con... todo lo que sea escribir ultimamente. Fuckitall.)

jueves, 9 de septiembre de 2010

Llamenla una santa o un pecadora, nunca ha intentando más que hoy.

Cuando salió del alto edificio por una de las puertas grandes junto con una buena parte de sus compañeros, enseguida se dirigió al semáforo menos ocupado y buscó la vía más rápido para llegar a un espacio verde. Allí se sentó, estiró las piernas y se dejó caer en el húmedo pasto.

Puesto a que el tiempo no se debía perder, que tan dinero era como se decía, ya llegó un punto donde su espalda necesitaba liberarse de la tensión. Cura como ninguna, el aire suave logró descansarla un poco más.

Muchos decían que era el talento lo que la mantenía superior, y nadie noto el dolor en su mano derecha después de duras horas. Hablaban como si fuera costumbre verla, cuando solo ella puede nombrar las horas de insomnio.

Años atrás nunca le habrían dicho que era imposible pero no cesarán con los dichos de cambio. Se puede decir que nadie creería en ella. Automáticamente todo cambió al igual que las fechas. Se puede decir que se empezó a notar cuanto convenía.

A veces piensa que el mundo era egoista. Sin embargo, nunca dejó de intentar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Tengo que prometer mi futuro? Desde un principio se sabía que las cosas no serían como las deseaban. Entonces, ¿por qué piden tanto? Quisiera que me dijeran de una buena ves que los decepcioné y no tener que seguir evitando las lágrimas cuando desean cambiar mis decisiones. Cuando la capacidad no es indicada y el esfuerzo se fue por otros caminos, no deseo, no quiero, no voy a ir por donde para ellos es más seguro.

Lamento haber roto sus deseos, pero no pienso dejar de soñar. Es mi futuro, mis decisiones y lo demás, ya no importa.

domingo, 29 de agosto de 2010

En este preciso momento hay tres cosas que deseo:
1. guardarlo todo, encerrarlo en un cuarto con unas largas puertas y derretir el candado.
2. cerrar los ojos, tirarme en un pasto alejado del lugar y sentir una suave brisa.
3. olvidarme de todo tipo de responsabilidad.

Heaven !
Dicen que una mujer celosa se encuentra en su estado más feo.
Sin embargo, siempre esta el factor más importante. No importa desde que perspectiva sea vista la situación, la mujer enamorada es la más hermosa.
Quisás el contraste solo sea apreciado por una persona, quisás se le adjudique adjetivos que nada tienen que ver con su estado del momento pero, no cabe duda, encontrará el valor para demostrarlo.

"Se, igual te prefiero a vos"

Más hermosa que nunca.

domingo, 22 de agosto de 2010

  1. Hace un par de años creía que ser independiente, no necesitar de nadie y poder crear mi propia burbuja donde nadie se metiera me traería paz y la posibilidad de vivir tranquila. Creo que con el tiempo, y por conocer a cierta gente madura, logré darme cuenta que no hay nada más lindo que los demás valoren tu esfuerzo y verlos sonreír.
  2. Pagaría (si, yo tan rata como soy) por ver algunos de mis amigos sonreír.
  3. Siento desprecio a muchas de las cosas que nuestra cultura crea. Entre tantas cosas que he visto, odio pensar que se valore más el amor por sexo que el valor de la familia y los amigos.
  4. Entre todas las cosas estúpidas que repito, nunca me voy a cansar de decir que amo dibujar.
  5. Amo el ámbito donde se mueven muchos de mis amigos, mientras que cada ves me rio más de lo caretas que son en mi colegio.
  6. Eso no incluye a mi grupo de amigas. Hacen felices mis mañanas, aunque a mi se me complique hacerlas felices a ellas.
  7. Hoy por hoy, son pocas las personas a las cuales me gustaría pisar, aplastar y reírme. No puedo soportar como a algunos les divierte el sufrimiento ajeno. Una cosa es reirse de una caída, pero otra de lo que veo.
  8. Puede que sean estúpidos, algo arrogantes, callados, frikis, ignorantes, nerdies, vagos, serios; pero me encanta estar con los de informática.
  9. Creo que esa es una buena definición para la mayoría de mis amigos varones.
  10. No hay nada mejor que una charla bien friki sobre si Dragon Ball es mejor que Sailor Moon, mientras que lo que pasó en una fiesta me llega a importar poco.
  11. Igualmente intento escuchar, uno nunca sabe. El mundo siempre me sorprendió, asi que mejor seguirla así.
  12. Amo discutir con alguien que sepa y que me calle la boca. Amo que me expliquen como son las cosas. Amo equivocarme.
  13. Soy la persona más torpe que conozco.
  14. Amo tropezarme.
  15. Me di cuenta que la secundaria te cambia tanto como las faces de la luna (OH HELLOW POESÍA)
  16. Daría muchisimo por poder vivir del dibujo.
  17. Amo escribir.
  18. Ahora pienso que hubiera sido mejor si hubiera gastado mi tiempo en esas cosas que, en su momento, me parecían inútiles.
  19. Necesito que algunas personas vuelvan a mi vida.
  20. Cuando veo que la gente se aleja porque creen encontrarse con personas mejores, me dan ganas de poner luces de neon que digan "tengo sentimientos".
  21. No me gusta el pop ni el reggeaton. Si fuera por mi, solo iría a bailar a bares ska. Lamentablemente, no me gusta no poder cantar con mis amigas.
  22. Quiero estudiar. Quiero ir a la universidad. Quiero leer.
  23. Odio el caretaje de los profesores, odio tener que estudiar para ellos. Odio que no piensen en que el alumno va por mejorar y no para pensar igual que el profesor.
  24. Ahora tengo porque luchar.
  25. No me va a quedar otra que seguir remandola.
  26. Volví a leer mitos griegos. Me enamoré de Hades, me enamoré de Athenea, me enamoré de Zeus, me enamoré de Poseidón. Me enamoré de la manera que manejan los sentimientos. Me enamoré de la personificación. Me enamoré de que crearan dioses tan humanos que lograron tener verdaderos sentidos de moral. Deeeeeeelphin ♥
  27. Odio la iglesia católica. Leí la biblia intentando entender sus fines y, sin embargo, no se puede comparar con los escritos de Homero.
  28. Hace tres semanas que vengo diciendo que quiero ir a tirarme al pasto a mirar el cielo tranquila, sin embargo, ando con los tiempos ajustados.
  29. No estudié nada para todo lo que debería estudiar. Igualmente, no me pesa.
  30. Debo decir que la ignorancia de mis padres me duele. Al mismo tiempo, hay que pensar que ellos no pueden leerme la mente (gracias a zeus!) y me da ternura cuando se esfuerzan por mi.
  31. No todo lo que hago es para chupar medias, al contrario de muchos.
  32. Creo en que algunas personas no tienen sentido de la moral.
  33. Me da gracia que me digan que me deje de hacer la inteligente. No pasa tan seguido ultimamente (lol) pero lo divertido es que, por más esfuerzo que le pongan, uno no puede intentar parecer inteligente. Lo que se sabe se sabe, un estúpido es un estúpido.
  34. Lo que no lleva a que yo sea inteligente, mucho menos sabia.
  35. Amo dibujar
  36. No me importa repetir para aclarar.
  37. Creo que algunos miran las cosas muy por arriba, pero si se escucha bien y se mira con atención se puede dar cuenta que lo que se repite lleva mucho más adentro, que es lo que de verdad se quiere demostrar y por, vergüenza o inseguridad, no se dice.
  38. Igualmente lo de dibujar no tiene nada de raro, es tan simple como suena. Amo dibujar.
  39. Tengo una clara obsesión con la gente muerta.
  40. No le veo formas a las nubes pero veo más allá del azul.
  41. Amo los pájaros, eso incluye a las palomas. No entiendo el odio hacia ellas, son hermosas♥
  42. Me siento orgullosa y capaz de decir que, hoy por hoy, no me gusta nadie.
  43. Al mismo tiempo es medio triste, pero bue.
  44. Quisiera que alguien valorara el esfuerzo y no dejaran ver, simplemente, las cosas pasar. Hay muchas cosas adquiridas por naturaleza, otras que se hacen por costumbre pero, no cualquiera pasa horas y horas para lo que lo apasiona (my grammar...)
  45. Por donde sale el sol, el horizonte se torció.
  46. De tantas caídas que tuve.... que digo, todavía no aprendí como caer.
  47. Me molesta que me digan lo que tengo que hacer. Me molesta que no se muevan.
  48. El liderazgo me aburre pero cuando nadie toma el mando, todo es un descontrol.
  49. Tengo que volver a leer las aventuras de Sherlock Holmes, lo dejé olvidado a mi amado Watson.
  50. Sep, soy lo que es conocido como un otaku, frikie, nerd, anti-social, entre otros. Pero QUE pena!.
  51. Me gustaría trabajar en Francia, si tuviera tiempo y dinero tomaría clases de francés. No por lo romántico del país ni nada, si no porque tienen la mejor universidad de animación.
  52. Que bueno que esta crecer.
  53. Debería empezar a preocuparme por mi aspecto, sobretodo por lo que como. Que paja!
  54. Puedo nombrar a más de veinte artistas poco reconocidos que admiro.
  55. El mejor regalo que me pueden dar, no es ropa ni dinero, si no elementos de dibujo.
  56. Tengo muchisimas ganas de publicar mi propio libro. Cuando tenga tiempo empezaré. (Al estilo Ciruelo -un artista- con dibujos y escritos).
  57. Creo que todo arte debe ser respetado. Eso incluye la danza, la escritura y la fotografía.
  58. Soy la más débil para los deportes pero amo correr.
  59. Odio profundamente que tantas personas piensen que si no cojiste a los 18 sos un fracasado. Si encuentro al hombre perfecto pero me dice que su primera ves fue con una puta, estoy segura que enseguida doy la vuelta y sigo mi camino. Prefiero ver a un hombre virgen a un pelotudo.
  60. Yo soy virgen, dejen de dudarlo lpm.
  61. Estoy orgullosa por muchas de las cosas vergonzosas que hice, sin embargo fueron pocas.
  62. Les encuentro más ternura a las canciones de Metallica que a las de Taylor Swift.
  63. Hace poco encontré un papelito con una fecha de hace dos años que decía "no puedo más".
  64. Mi conciencia me mata.
  65. Cade vez me importa menos lo que piensen los demás.
  66. Creo que debería dejar de decir palabras de admiración a algunas personas pero, sinceramente, me es imposible!
  67. Me tengo que ir a dormir.
  68. Dulces sueños.
  69. Sueñen con las deidades.

lunes, 16 de agosto de 2010

Debía pensar que, a veces, la espontaneidad no hace mal. Cada tanto uno se arrepiente pero, aunque las cosas puedan volver atrás, prefiere quedarse con el remordimiento. Debía haber sido de noche, pero las cosas se apuraron junto con su indecisión. No podía controlar sus propios latidos, su propia respiración e inclusive el flujo sanguíneo, en el momento deseado las cosas se fueron de control. Poco a poco el guión se iba escribiendo mientras actuaba. Al final, quizás cuando alguna otra herramienta no tuvo, pudo soltar la verdad.
Un cambio irónico, no tan malo como lo parecía.

martes, 10 de agosto de 2010


you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful
you're beautiful

(it's true)

sábado, 7 de agosto de 2010

¿Cómo describir aquello que no existe pero se siente su precencia?
La ausencia
asusta

Me encierro en eso que es tan seguro e ingenuo, pura creación de pensamientos solitarios. Ojalá pudiera discriminar entre lo que sucede en tu designio y lo que sucede en mi caso, acorralarlos en un cuadro común y vivir esa obra de arte.
Solo si fuera más apasionada, las palabras se habrían susurrado junto a tus oidos. Llegado el punto de que mis condiciones no lo permitieron, tendré que llevar esta liviandada conducta hacia tu puerta junto con le vestido negro que recordaba amar, tocarte el timbre y decir música.

lunes, 2 de agosto de 2010

se es fiel a una persona, no a una relación
zanciuberimach

viernes, 30 de julio de 2010

Soñaba con grandes jardines y rosas pequeñas. Una casa blanca donde se puede encontrar una forma de transporte rápida. Esa sonrisa tan característica, siempre se mantuvo en su rostro. Tanta amabilidad que con mi suave inocencia apenas podía notar.
Tanta enseñanza que no recuerdo y que, sin embargo, se demuestra en cada una de mis acciones. Mientras que lo doloroso no puede pasarse de lado, cada recuerdo deja algún rastro de alegría y de nostalgia.

Aborrecimiento al que no pensó en todo aquello que quitó junto a su (mi) vida.

sábado, 24 de julio de 2010

¿La vida se me complica o yo complico mi vida?
No quiero hacer preguntas filosóficas, hoy solo pregunto por algo que, aunque sepa la respuesta, nada va a cambiar lo que debo hacer, lo que debo solucionar, lo que debo empeorar.

(tengo que hacer muchas cosas y solo tengo una en la cabeza: la más inutil)
(hell yeah)

viernes, 16 de julio de 2010

Respiró profundamente. Ya todo sentimiento de angustia, de vergüenza o de aborrecimiento fueron dejados de lado. Fue en ese instante cuando toda esa lucha interna, manteniendo la locura como un estado justificado por ese malestar cotidiano que le fue causando gradualmente, se despejó y quedó solamente el sonido vibrante de la tormenta lúgubre.

Si bien todas las palabras no se pudieron decir, quedaron en el olvido, en el aire y en el recuerdo; luego de una calmada discusión de dos bestias se pudo llegar a eso que se buscaba:

"¿Para qué seguir con lo que no se siente?"

Por lo que siempre fue.

"Ya no existe"

¿Todavía duele?

"Todavía duele"

¿Fuiste feliz?

"Fui feliz"

martes, 6 de julio de 2010

Después de tanta expectativa. Todo fue colocado en el lugar indicado y revisado. No había nada fuera de lugar el cual no haya sido pensado luego de largas horas de discusiones y acuerdos. Siguiendo aquellos pasos del plan inicial, aunque con sus pequeños detalles diferenciales, no había margen de error.
Decidieron abrir las puertas y la conmoción se transformó en asombro y sonrisas propias. Los pasos eran lentos de aquellos que habían tenido el agrado de llegar primeros, mientras que los que solo podían observar de lejos empujaban con suavidad y se movían de lado a lado.
Todo fue predicado de tal manera que cada cual consiguió un lugar perfecto. Hasta aquellos que, por naturaleza, no suelen llegar a tener un buen punto de vista lograron contemplar con lujo de detalles la perfecta organización.
A pesar de que se sabía que iban a suceder, porque no había nada en lo cual no hayan pensado, hasta los menos entrometidos pudieron notar el electrizante ruido. Pasos livianos lo siguieron y un gran cambio de luces hizo que todo el mundo alzara la vista.
Una sonrisa, no se podía evitar cuando el sueño se realizaba. Cerró los ojos y escuchó la música de la gloria; era su hora de actuar.
Here we are now, entertain us.

sábado, 3 de julio de 2010

Sí, es que todos sufrimos.
No hay ser humano que no haya sentido, ni por un segundo, amor. Amor a una persona, amor a un trabajo, amor a una situación. No creo en aquella persona que me diga que no sufrió por ese amor. Lamentablemente, somos todos a los que nos duele.
Pero hay que seguir viviendo, porque no estoy muerta, porque respiro.
Porque me lastimaron, lo que no quiere decir que siga herida.

domingo, 27 de junio de 2010

Cuando entré a la habitación, miré las cajas llenas y por fin me di cuenta de todo aquello que ya se encontraba vacío. Cuando uno vivió siempre en el mismo lugar, con todo esas viejas memorias que poco a poco olvidaré pero por cada espacio mi cuerpo recuerda con claridad lo ocurrido.
Intentando que los pequeños recuerdos sigan el paso de mi cuerpo, al menos un segundo más, me tiré sobre la madera. Respirando ondo, pude oler el perfume nuevo que él había usado unos meses atrás. Suavemente moviendome hacia la izquierda, donde estaba la cama. Aquello que ya no recordaba, que parecía tan lejano, me hizo sentir aquel calor en las mejillas tan cotidiano pero nunca tan fuerte. En uno de los rincones, pude ver perfectamente un cuaderno azul.
Vacío.
Tan lleno de recuerdos, cada página en blanco se llenaba de más y más imágenes -no muy nítidas- de todo lo que ocurrió, porque ocurrió, donde. Extraño, como la mente vuela y ahora quisiera que el tiempo volviera. En la última página, en un costado escrito con un marcador que también trajo recuerdos, decía:
"Tanto valor trajo el viejo recuerdo, hoy vuelvo a cambiar por vos"

lunes, 21 de junio de 2010

No estoy perdida, simplemente elegí el camino más largo.

Manifestando esa incomodidad ante el silecio, buscando la diferencia. Un resoplido, ¿cuándo cambiaron las cosas? Ahora no puede recordar si eso siempre se sintió o no fue más que lo que creó el deseo.
¿Se podrá perdonar ahora que todo esta perdido?

jueves, 17 de junio de 2010

Voy a engañarte un momento, sonreír con ingenuidad y acceder a lo que dices. No te creeré pero te contestaré con simples sí o no.
Es más divertido
verte cometer actos fallidos.

(m ma mal maldad de dulce venganza ganza anza nza za a)

martes, 15 de junio de 2010

Cuando la historia se repite.
Pe pe pe pe pequeños momentos de felicidad, no me dejen de sonreir.
c h a u inocencia, por primera vez agradezco que corra el tiempo
porque voy a la par

sábado, 12 de junio de 2010


¿No crees que es irónico?
Las rosas carmesí florecen hermosas
usando los sucios cuerpos de insectos
y el polvo disperso.


[Vamos a llevarte profundo a un lugar donde las rosas floreceN]

martes, 8 de junio de 2010

Ilusiones de alguien que juega con tu delicadeza. Inocencia lo llamo.

Es fácil escuchar a las personas hablar sobre temas del mundo en general. Comunmente, el que domine mejor el alfabeto es quien gana y no aquel que sea el sabio. Argumentación, interpretación y gran vocabulario son una destreza.
Un don, capacidad posiblemente estudiada, para enseñar aquello que se sabe decir. No es difícil caer si son las lineas las únicas que se interpretan.
Lamentablemente, tanta grandeza le nubló la vista. Son los que ven entre blancos los que notan que no es más que lo que se repite, un mero reflejo. El verdadero interpretador (quisá tanta observación le afecta) sigilosamente demostrará que él no difiere de todos los que se encuentran en su puesto y pronto segurá los pasos de los veteranos o los que no decidieron seguir adelante.
Words Just Don't Suit You
(Lo tuyo es enseñarlaS)



sábado, 5 de junio de 2010

Cuando comprendes que ya no se necesita solamente dejar que las preocupaciones se vayan. Cuando tu cabeza vuela sobre todo lo que tu mente puede inventar y llega tan lejos que el cielo no parece algo infinito. Ya no duermo para descansar, ahora simplemente duermo para soñar.

martes, 1 de junio de 2010

Me pregunto cual es la diferencia. Hoy cené, ¿aquella persona exitosa también habrá cenado al mismo horario que yo? Capas que no en el mismo momento pero definitivamente dirigió algún alimento hacia su boca, que pudo haber sido dulce o salado, y lo decidió llamar "cena" (o por ahí no era así, si no "diner", "abendessen" u otro). Entre esa vida del exitoso, que buscó y, con dificultades o no, encontró lo que añoraba o lo que la vida le hizo disfrutar; y mi simple (capas demasiado compleja pero soy la que habla de mi misma y no puedo definirme de otra manera) persona.

¿Habrá demasiadas diferencias? ¿Amará diferente? ¿Odiará de otra manera?
¿Respirará como yo lo hago?

Puede que sí o que la diferencia sea tanta que ya no nos podríamos poner en el mismo grupo que no sea el de humanos. Compartimos tanto que sabemos como diferenciarnos.

Entre eso que sabemos que tenemos en común, (¿ambos corazones son iguales? ¿Nuestros estómagos dolerán de la misma manera al enterarnos de aquello que nunca debió ser nombrado?) que todo nuestro grupo tiene como obsequio de la naturaleza y de lo común.

¿Morimos como humanos?

¿Somos respetados como tales en vida?

jueves, 27 de mayo de 2010

Él llegaba como una tormenta. Sin aviso, capas con una suave brisa que marca la calma, pero llega y cambia todo tu alrededor. Lejak, era un nombre eslovaco y definía su personalidad. Rubio de ojos claros, alto, robusto. Hablaba con acento Ruso (capas sea por su nacionalidad pero, a decir verdad, no conozco mucho de su país). Su potencial tanto político como económico no era el mayor pero, por ahí me este equivocando ya que la mayoría en los de su posición prefieren mantenerse en secreto, la facilidad de persuasión y de argumentación
(de mentir)
lograba tener a todo aquel a sus pies.

Nunca quise, tampoco lo intenté evitar a decir verdad, caer en su red. Fue tan ligero, sus movimientos delicados. Cada detalle tan pensado que, por más de que llegado el momento no rehuí su presencia en mis pensamientos, sin notarlo me atrajo con tal facilidad que no solo todo parecía planeado si no marcado desde que su mirada cruzó la mía (o la mía la suya).
Si mi cabeza hubiera dejado, no por siempre pero en ese tiempo en el que no tenía que sonrojarme o que las palabras se me empiecen a tropezar, de pensar en cada una de esas situaciones donde su sonrisa se marcaba con gracia y, cuando todo el mundo lo miraba, Lejak me miraba a mi.

Por momentos se distraía y reía con inocencia tras los anteojos oscuros, repetía frases de autores que nunca podía reconocer ni recordar. "La tormenta espera a que broten las flores; la vida es todo sobre despedidas"; solo lo había escuchado nombrarla una ves. Era simple, por ahí no era fácil de comprender pero la rutina diaria que, con Lejak no es rutina hasta que se acostumbra a lo que no se acostumbra uno día a día y que las cosas no giren si no que fluyan, es tan simple como el dos más dos.

Entender que una vida llena de todo pero sin que se comprenda y tener que virar en busca de lo que se te da gratuito pero no es lo justo. Emprender algo por tu propia cuenta sería confuso y sigue dando vueltas porque la vida solo lo cambiará cuando su nombre cambie.

Lo más precioso que me ha dado, junto con un anillo.

(Lejak es tormenta en eslovaco)