miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Tengo que prometer mi futuro? Desde un principio se sabía que las cosas no serían como las deseaban. Entonces, ¿por qué piden tanto? Quisiera que me dijeran de una buena ves que los decepcioné y no tener que seguir evitando las lágrimas cuando desean cambiar mis decisiones. Cuando la capacidad no es indicada y el esfuerzo se fue por otros caminos, no deseo, no quiero, no voy a ir por donde para ellos es más seguro.

Lamento haber roto sus deseos, pero no pienso dejar de soñar. Es mi futuro, mis decisiones y lo demás, ya no importa.

1 comentario:

Den dijo...

Al fin y al cabo, las decisiones que nos manejan - consciente o inconscientemente, o tal ves ambas - son las propias. Te amo