miércoles, 28 de abril de 2010

Desde sus zapatos brillantes, más de lo que uno puede lograr, sus apretados pantalones negros que lo hacen ver más alto y flaco de lo que es, su remera de cuello tortuga que muestra sus torneados brazos, hasta su llamativo cabello amarillo; no puedo dejar de observarlo.
No se puede decir que comenzó en un tiempo preciso en un lugar determinado. Momento a momento, situación y memoria, empecé a visualizar y contextualizar su postura y forma. Su sonrisa llamaba la atención, su mirada la quitaba. Firmeza y determinación enviaba y no evitaba el terror empezar.
Es así como, por cada tiempo en el cual, por coincidencia o tal ves no, nos encontrábamos juntos aprovechaba para observarlo. Como pestaña con exasperación. Reía con grandeza, caminaba con gracia. Sus grandes manos sorprendían y la agilidad con la que las movía me hacían sentir temblores y dolores indignantes. Puede ser que me este haciendo la cabeza mas él me hacía sentir.
Fue aquel día en el que tarde habíamos llegado. Él ya estaba sentado, apoyando su firme rostro sobre su mano y su codo sobre la mesa. Me senté en la silla de enfrente y lo observé sin descuido. Él me ignoró, como siempre lo hacía, y cerró los ojos. Me enojé, sus ojos llamaban mi atención en los últimos escaneos, pero decidí dejarlo y mirar su forma descansando.
Como si su cabeza pesara más, su brazo se tambaleaba levemente sobre la mesa, su respiración se volvió lenta y pausada, liberando grandes cantidades de aire, a mi suponer. Su pierna tambaleaba lentamente aunque su velocidad no era moda.
-Veo que te gusta observar.
Las palabras fueron pocas, sencillas, concisas. Cinco, las podía contar. Siempre contaba sus palabras y pensaba en cada uno de sus significados, ocultos o no. Pero volviendo al plano de ese momento, en ese lugar, en esa mañana que llegamos temprano, donde yo observaba sus movimientos (o su todo); no le encontré el más mínimo sentido.
-Perdón? Me habla a mi?
Noté que subió su vista hasta mirarme, fijo, a los ojos. Sentí calor en mis mejillas y

(me tengo que ir a dormir, mañana sigo)

martes, 27 de abril de 2010

Ella es dulce, ama de casa, soñadora, indecisa, amorosa, sincera, honesta, buena, amable, despistada, inteligente, sociable.
Él es rudo, descortés, inteligente, testarudo, arrogante, ordinario, grosero, malhablado, terco, misterioso, único.
Él es un jugador.
Ella es una persona que mira siempre para el futuro.
Ambos son parte del equipo de fútbol americano como mariscal de campo y secretaria.
Ambos se odian entre sí pero se entienden más que ningún otro.
A ambos les gusta el silencio.
Ambos están en Estados Unidos con su equipo.
Y tengo que escribir una historia de amor entre ellos.
Y no tengo la más pálida idea que hacerrrrrr!

Si tienen ganas de ayudar, no me quejo!

lunes, 26 de abril de 2010

Debo decir que entre todas las cosas que se pueden disfrutar de la vida, soy consciente de las que me hacen feliz. La felicidad, lo tierno, el amor ajeno. Saber que los demás disfrutan, ríen, aman. Es así como mi mundo sigue girando.
Dibujar. Es estúpido, la afición que no puedo dejar. Me sacan el lápiz, me sacan la lapicera, me sacan las hojas y el bosquejo lo hago en el aire. Es una pasión y siento que no me la van a quitar, aunque los tiempos no den.
Porque si tengo que hacer una lista, el colegio no va a intentar sacarme aquello que amo, cuando hablamos de cosas sanas. Si se supone que nos educan para crear nuestro futuro, ¿por qué nos quitan lo que nos va a formar?
Necesito mi tiempo para respirar, crear mi futuro desde mi mano.

martes, 20 de abril de 2010

La ironía de la situación había estado ahí todo el tiempo. Cuando Lucas metió la mano en el bolsillo trasero del jean negro que traía y no sintió ningún chicle. Posiblemente haya sido que no pudo parar de comerlos durante el día, tirándolos al instante por la pérdida de sabor. Había salido a buscar un par de fruta para el postre, donde compró el primer paquete. Se encontró con precios desorbitantes así que fue a otra verdulería. Allí fue donde tiró el chicle que había masticado por las quince cuadras. Las manzanas estaban frescas, así que se agarró un buen kilo. Saludó a la mujer de tez oscura y tiró el segundo chicle, ya había perdido el sabor. Mientras caminaba por las tranquilas calles de día de las Vegas, pensaba que tendría que comprar otro paquete ya que el que había comprado estaba defectuoso. Tiró el quinto chicle y empezó a buscar plata entre los bolsillos. Paró por una biblioteca después de pasar por el segundo kiosco y revisó el un sector alejado a la izquierda pasando por un pasillo de CDs. Agarró un libro de Revilla y le pareció sexy e intimidante. También le pareció un gasto de tinta y dinero, aunque pensó que a ella le gustaría. Después agarró uno de Rossi, cuadrado y simple. Opinó lo mismo de Kahn y cuando estaba por agarrar el libro de Saldi, se preguntó que hacía en la sección de arte. Tiró el chicle y siguió camino. Vía al hotel vio enfrente a una morocha de pelo corto. Sus botas altas dieron un giro y esa sonrisa que parece tener pegada al rostro se hizo mostrar. Lucas formó un globo y miró de reojo. Caminaron en un silencio incómodo hasta la puerta principal donde cada uno partió para su lado. Estaba por llegar al lobby cuando se le ocurrió que, por ahí, tanto las manzanas como la idea de la biblioteca, deberían haber servido para algo más que gastar una buena ración de chicles. Su habitación era 245, tocó sin sutileza y escuchó un leve grito. Con encono se abrió la puerta y él levantó la bolsa y ella lo miró sorprendida. Suspiró mas lo dejó pasar. Sin palabras, entró a la cocina y buscó un buen vino. Con una señal del cuchillo, le pidió que cortara las manzanas. Mientras ella se acercaba con desgana, él le agarró las muñecas y se le acercó lentamente. Podía sentir su respiración y juraría que su corazón esquivó un latido. No que lo vaya a decir. Vio como se sonrojaba y eso le soltó una sonrisa. Cuando besó sus labios, lo hizo lento y suave, separó rápidamente y la miró a sus ojos, sonriendo. Esperaba una cachetada, no una respuesta. Ella era la que se acercaba ahora y él pudo jurar que volvió a sentir dulce.
(matenme cuando quieran)

sábado, 17 de abril de 2010

Paren el mundo que me quiero bajar!

viernes, 9 de abril de 2010

Dos, cuatro, seis, ocho, diez. Diez eran los peldaños que tendría que subir para llegar al techo. Allí lo encontraría a él, que siempre se encuentra en el lugar más alto. De espalda al sol, frente al viento, los ojos cerrados, piernas cruzadas, brazos hacia atrás. Si te sentaras a tres pasos alejada de él, no sabría de tu presencia pero sabría que estas ahí. Abriría los ojos, hablaría sin razón.

- Inclusive cincuenta años después, ¿seguirás haciendo las cosas como ahora?

Si no te darías cuenta, lo imitarías en su posición. Escucharías una guitarra. Suave, melódica, letal.

- Sigo hablando de aquellos, sabes. Momentos que ocurrieron hace cinco, diez años atrás.

Si estuvieras escuchando, pensarías que empezó a cantar pausando al ritmo de la guitarra. Solamente si estuvieras escuchando, notarías el cambio de notas.

- Solamente quiero reír. Esta bien si me fuerzan a reír.

Repetiría. Cerraría los ojos. La guitarra tomaría más fuerza.

- Inclusive los demonios se reirán si hablas del año siguiente.

Reiría con gracia. Sonreiría y no podrías evitar quedarte anonadada con su forma. Volvería a abrir los ojos.

- La noche se abre paso sobre la Tierra.

Giraría apenas su cabeza, seguiría viendo al horizonte. Si estuvieras escuchando, solo si estuvieras escuchando, notarías el cambio de notas. El ardor de la guitarra se calmaría.

- Y ahora me estoy apurando en el camino a casa.

Lo verías mirarte fijo, no podrías quitar tu mirada de sus ojos. Oscuros. La guitarra desaparecería, solo si estuvieras escuchando.

- ¿Estará la torta de manzana con la cual me encariñé tanto todavía esperando ahí con el mismo sabor que siempre tuvo?

Lo mirarías sorprendida. La guitarra volvería a tocar. Más fuerte. Él te sonreiría y, solo si estuvieras escuchando, te volvería a cantar con vos más suave.

- Quisiera saber cuanto duraría esta eternidad que me arrastra fuera de mi hogar.

Las lágrimas empezarían a caer. La vista se volvería nublosa pero, solo si estuvieras escuchando, los puños se cerrarían y apretarían. Sentirías tus uñas clavarse en tus palmas, tus piernas empezarían a temblar.

- El olor a torta recién hecha en un lugar donde el día desaparece.

Te le acercarías, la guitarra pararía, lo intentarías abrazar.

- Solo si hubieras escuchado.

lunes, 5 de abril de 2010

You must be a perfect solider or you'll go insane! That's what war gets.
My enemies are the people after my life. That's all I know now.
Remember we have hostages.
I don't care. Survive, survive.
Live.
Fight.
Die.
Not.
Live.


War won't stop if people keep fighting on their own.
I'm a soldier who's willing to die. That's the most correct attitude a person can take to fight.
Searching for a reason to be. I will go on like a soldier. I'll run. I'll fight. I'll never betray my beliefs.
Sorrow is all I feel now. Will you come to me tomorrow? Stop looking back. You'll be safe here.
No matter what they say. I'm a criminal, so what now? These broken fragments...
For tomorrow. Breathe.
I'm a soldier but I've got soul.
I hope you are as happy as you are pretending. When did your eyes begin to look fake?
I know all about danger. I'm used to walking on a tight rope.
A soldier's decision.
Go ahead, make my day.
I know I can't be forgiven.
For the sake of my sanity. The walls we build around us makes us feel safe.
I'm sure the view from heaven beats the hell out of mine here.

(más WIPs)

sábado, 3 de abril de 2010

To choose war over love.
So young already decide to escape the world. What school do you go? I'm a soldier.
Be my escape. I'm not a hero, just human.
Every sinner has a future. Keep a good man down.
Runing with your strength alone. I do believe in you. Yes, i do.
I belive in the heart that hopes for peace. Someone to save.
They say you are the young man responsible for changing the time. Are you afraid of dying? Then you shouldn't be fighting!
If everything has gone mad, then I'll fight for myself. Can't afford to lose.
When you put everything into battle, you think you can change times yourself.
Something trigger you to calm down.
Warriors who surpassed ideas. For history, warrior who lose what they were protecting or were betrayed are losers. Winners of war will eventually decline in history to be losers. I want to be a loser.
Retrain a strong will to continue fighting. An honored tradition disappears in the cry of the weak .
High emotions led to extreme choices. The act of receiving death is a true soldier demeanor. To confirm your beliefs, shoot me.
In a world were answers can not be found, your hearts are suffering. Those that think tenderly realize how powerless they are.
To choose love over war.

(WIP. Tengo que hacer un texto sobre la guerra -a favor de los soldados, en contra de la guerra- con este estilo. Quiero hacer como dos páginas pero en ingles se complica jaja. Les doy un hint de como se debe leer: se supone que son dos personas discutiendo, un soldado y su novia/esposa/amate/whatever)