sábado, 22 de octubre de 2011

Tuve miedo. Porque a veces me gusta darme ese lujo, de creer en la remota posibilidad de que todo salga mal en el peor momento. Para describir al ser humano uso las palabras "razonamiento excesivo", lo cual nos produce dolores mucho peores que los que sentiríamos si dejáramos que la naturaleza decida la corriente del río.

Por lo tanto, a veces me cuesta entender como uno no se dejara llevar por lo que fuera que se escribió en sus inicios. Si tal fuera la manera, la forma, quizás no habría llegado toda la sangre a mis mejillas aquella vez que decidiste dar esas palabras mirándome fijamente a los ojos. Después de todo, mis manos no habrían temblado como cuando tomé las tuyas, y lo habría hecho con firmeza.

Estoy seguro que el resultado hubiera sido el mismo, con detalles anecdóticos diferentes, pero comiendo perdices al fin y al cabo. Sin embargo, ahora que veo tu sonrisa quebrada y tus ojos opacados, pienso que el desenlace hubiera sido diferente.

Si no hubiera dudado, quizás vos tampoco.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La verdad es que siempre sintió lejano el hecho de sentarse en una mesa con un tablero de ajedrez, solo, y almorzar algo de los puestitos de la calle. Tal vez porque cuando era más chico ese señor que tanto miedo le daba se sentaba en el mismo lugar en el que él estaba. Quisas porque le recordara a la señora que alimentaba a las palomas los domingos en la esquina del lugar. Digamos que los libros del puesto de enfrente, que nunca parecen venderse, no ayudan a la nostalgia.

Sin embargo, allí se encontraba: a sus 42 años de edad, sentado en el banco de cemento, alimentandose a pan, carne y lechuga. A diferencia de los mayores en su recuerdo, él estaba vestido con un costoso traje que le había comprado su mujer, por lo que no recuerda exactamente de donde era. Sentarse se le era incómodo, ya que le apretaba la costura del medio. Doblar los hombros era practicamente imposible entre la ajustada camisa azul y el saco de dura tela. La corbata le aficciaba lentamente, y el sol en lo alto del cielo no ayudaba a su satisfacción.

Sinceramente, no sabía como había terminado allí. La plaza no quedaba cerca de su trabajo ni de su departamento, pero la distancia era caminable. Cuando salió de su oficina notando que solo tenía un cambio para comprarse el almuerzo, se dirigió como si supiera que allí encontraría lo que deseaba. La verdad, en ningún momento tuvo dudas sobre como seguirían sus pasos, y por eso él es quien tiembla ahora.

Cuando terminó la secundaria, se anotó en la Universidad de Buenos Aires como lo hacía cualquier estudiante en su momento. La carrera de economía le pareció una vía fácil, ni muy humanistica ni muy matemática, y le convenía para la salida laboral. Nunca dudó cuando tuvo que estudiar para esos parciales con los profesores jodidos, conoció un par de personas, creyó enamorarse hasta la eternidad, jugó al fútbol, cantó en protestas, vivió como cualquier joven lo hizo en su época.

Y sin embargo, veinte años después, se encontraba buscando su niñez en el viejo banco con la mesa de ajedrez. Preguntándose, cuestionandose, cuando se dejó llevar por la corriente hasta olvidar lo que era razonar. 

(Tengo que escribir más seguido!)

domingo, 15 de mayo de 2011

No hago deporte, no me gustara el futbol. El mate lo prefiero amargo, igual que el chocolate, y un buen café me hace feliz. No puedo pasar un día sin bañarme, tardo décadas en limpiar los platos. Soy fanatica del anime, los comics, y la cultura oriental. No sueño con Paris, me encantaría ir a África. Suelo ignorar a la gente, cuando alguien me parece estúpido suelo hacerlo notar y cuando alguien me parece inteligente, en vez de alagarlo intento deprimirlo (rara vez funciona, y solo me hace quedar peor). Amo a mis amigos por sobre todas las cosas, cuando alguien llora se me parte el corazón. Tengo una moral extrañamente extraña y no creo en la iglesia. Siento que uno no deberia tener esperanza, que la paciencia le gana a todas las virtudes. Me puedo reir de alguien en la cara, o darle mi mejor sonrisa cuando siento que esa persona me gusta. Me parecen lindos la mayoria de los hombres que conozco, pero no llego nunca a enamorarme. Mis amigas son hermosas, quien diga lo contrario puede recibir una piña mia, la cual no va a producir ningun daño. Quiero estudiar una carrera que no tiene futuro, me frustro si algo no me sale. No suelo terminar las cosas, soy perfeccionista. Prefiero dormir a tener interaccion humana. Creo en diversos mundos paralelos. No se bailar, no se cantar. Puedo estar horas en la ducha, amo estar limpia. Soy rata, amo hacer regalos. Me gusta ver a la gente feliz. Odio las confeciones por chat/mensaje de texto. Estoy a punto de quedarme sorda. No puedo evitar hablar formalmente con la gente que no conozco.
No soy perfecta, pero si no me queres con lo que tengo, no vas a obtener nada de más.

domingo, 1 de mayo de 2011

Desdeñosa y esquiva, no fue la primera ni será la última vez que me relacionan con un bloque de hielo. Aunque no lo crean, todo ser que fue criado en este mundo y llamado humano ha tenido sentimientos a no ser que se le haya diagnosticado la locura y, para ser francos, no me considero tan fuera de mí.
Llegada esa época del año donde las puntas de mis dedos se ponen coloradas y secas, donde no puedo evitar un leve temblar de mi cuerpo y la necesidad de usar abrigos de gran tamaño; crecí escuchando que yo no debería tener frío, que este es mi estado natural.
Después de todo esto se me hizo una costumbre hacer oídos sordos a muchas de las burlas, y el aislarme como modo de protección. Por lo que no fue raro, no notar alguna diferencia la primera vez que chocamos, solo de hombros, aquella vez que me pediste disculpas y yo, sin notar el gesto amable, seguí mi camino.
Si bien puedo ignorar una, dos, tres, cuatro veces el mismo procedimiento, las mismas palabras, el mismo lugar; no va a dejar que lo empiece a notar. Lo más probable es que ese haya sido su fin y, ahora que lo pienso, me agarran escalofríos.
Hubo un solo día, un solo instante, en el cual si no me hubiera acordado, a último instante, en último momento, que me había olvidado algo crucial, demasiado importante para mi próxima entrega, algo que no debía perder, quizás, capas, no me habría dado vuelta, girado, y provocado un segundo golpe, un segundo encuentro, donde ahora su mirada se encontraba con la mía y esas palabras que ya se encontraban en mi cabeza de memoria y que nunca devolví se quedaron en su garganta y, provocando un calor en mis mejillas, ahora sea yo la que cambia el guión.
- Perdón - las palabras salieron secas y casi inaudibles, seguidas de un tragar y un leve movimiento de mi mandíbula, a pesar de que no logré decir más. Alejé su vista de la mía y quise seguir mi camino, cuando me di cuenta de que, ahora y debido a mi olvido, íbamos a la misma dirección.
Sí, esta bien, me espera su cuestionario. Por lo tanto, no fue cuestión de mucha lógica o razonamiento al dar respuestas, "no sé", "depende", "no" y, sin embargo, no hubo palabras para su última pregunta, donde me miró directamente con una inocente sonrisa en el rostro.
- Habrá posibilidad de que, la próxima que nos choquemos, me sigas la conversación?

No es que yo haya podido evitarlo, con mi poca experiencia y me débil compostura. Solamente debía decir un par de palabras monótonas y repetitivas cuando nos cruzáramos, saludarlo al notar su presencia. Era sencillo y, aunque me cueste admitirlo, encantador.
Fue entonces cuando noté que mucho más de lo que sabía que podía llegar a contar salía de mi como si fuera natural. Quién diría que, una persona la cual camina por caminar pero nunca nota lo que se encuentra a su alrededor tendría tanto por decir. Nunca quise, lo admito, declarar tanto, pero las palabras fluían como si siempre hubiera sido natural para mi hacerlo.

Ahora que lo noto, su paciencia y trabajo conmigo fueron insuperables y, si bien no entiendo su interés por mi, lo aprecio demasiado. Con sus brazos en mi cintura, sus ojos cerrados y una sonrisa en la comisura de los labios, es el momento en el que noto que daría todo por él.


(Romantic-mode) Hace mucho que no escribo, asi que perdón por los mil y un errores.

jueves, 21 de abril de 2011

Ojalá fuera tan fácil pero, ¡no! Simplemente tengo que elegir entre una carrera que no tiene futuro, una carrera que no tiene universidad, o una carrera que no quiero seguir.

lunes, 21 de marzo de 2011

Entre el lago y el arbol, hay una pequeña distancia. Podria ser un metro, quisas dos. Un dia, un pajaro azul como el cielo, tanto que era casi imposible notarlo si se encontraba volando en aquellos dias que las nubes no deseaban aparecer, no se lo notaria. El ave se poso entre el lago y el arbol, y miro la distancia que habia entre ellos. Al pasar los minutos, decidio posarse sobre una de las ramas del arbol, la cual no dudo en sacudirse para asegurar estabilidad. Ahora, no creo poder describir la cancion que sono por el lugar, pero el suave silvido del pajarito hizo que el arbol le diera las gracias. Se puede decir que este primer acercamiento dejo al pajarillo feliz, por lo que volveria al pasar la luna. Cuando volvio a posarse sobre la misma rama, se animo a preguntar un poquito mas alla de lo que el arbol hubiera querido, por lo que tuvo que volver a cantar, relajandolo de manera tal que respondiera con tranquilidad.
-Mi novato compañero, quisas no lo veas, pero mis raices nunca dejaran el lago. Alli me crie, de el me alimente, y con el morire. Solamente estoy aprovechando lo que mis ramas pueden observar desde arriba, para un dia poder regresar con otro punto de vista.

(sin tildes, sorry)





miércoles, 16 de marzo de 2011

Hola, si. No te soporto. Tenes todo lo que no me parece atractivo de un hombre. No quiero que me hables mas. ¿Soy demasiado directa? Alejate.

(Por favor, que lo lea y se de cuenta)

lunes, 14 de marzo de 2011

Cuando escuche hablar a las paredes, no pude negar mi sorpresa, pero puedo decir que deberia habermelo esperado. Porque las cosas nunca funcionan como uno las planea y menos si se esta confiado, pero ¿quien diria que todo se terminaria tan rapido, sin siquiera detenerse a pensar en el tiempo pasado?
Aunque no puedo decir que no fue aquella la razon por la que segui tus pasos, tuve que aprender a enterrar los libros del pasado. Recuerdo cuando olvidaste san valentin, al dia siguiente estabas enfurecido por las tostadas quemadas. Puedo pensar que tu facilidad para seguir adelante es atractiva, y es evidente que soy del polo opuesto.
Mi preocupacion fue clara entonces, cuando hiciste esa llamada que no esperaba. Estupidamente te dije que no te preocuparas, que no habia pasado nada, pero cuando decidiste frenar y mirar hacia atras, ya era demasiado tarde. El camion no parecia frenar, y no lo hizo.
El momento que miraste al pasado, me dejaste.

(Podria haberlo hecho mas largo, pero tengo sueño. Disculpen la falta de tildes, me da paja configurar el teclado nuevo por lo que no se como hacerlas :s Hace miiiil que no escribia asi!)

domingo, 13 de marzo de 2011

Me gustaba como estaban las cosas antes, cuando ustedes no se preocupaban y yo no pensaba demasiado-

martes, 22 de febrero de 2011

Les juro que iba a irme a dormir.
Pero justo salió el sol y me pareció que era descortes no saludarlo.

domingo, 6 de febrero de 2011

Porque, si bien asustar niños pequeños y hacer pociones con ratas son los hobbies de la bruja, tambien lo son las flores.

(disculpen por el dibujo rápido, extrañaba a mi tableta)